El sábado 19 de octubre, tanto en Instagram como Twitter publiqué esto:
Traducción: Veo que muchos gastrobloggers y gastroinfluencers continuan con su perfil alejados de lo que pasa... Por favor, dejad de seguirme. Os lo agradeceré mucho. La Gastronomía es Compromiso.
Indignado, sí, por cómo gastrobloggers, gastroinfluencers.. estaban encarando la situación en Cataluña. Alguien con carencias graves de competencia lectora podría podría pensar que yo pedía o exigía apoyo a la independencia... Pero eso no lo decía, no. Critico la falta de posicionamiento hacia situaciones graves que estamos viviendo. Uno es el problema de la independencia o no de Cataluña, pero han surgido otros como una sentencia que penaliza cualquier protesta (la gran perversión del texto que condena los presos políticos catalanes); la impunidad del fascismo (la comodidad con la que se movieron los concentrados en la Pl. Artós); las actuaciones desproporcionadas de las policías con manifestantes y periodistas... Mucha porquería...
Y el sector gastronómico se ha observado un silencio alarmante. De los cocineros, que hablen sus colegas, sin embargo, por la parte que me toca, tengo que criticar la omisión de gente del sector al que pertenezco.
¿Que no se debe mezclar política y gastronomía? Un error. La Gastronomía es compromiso. Y esto implica tener un posicionamiento político. Si defiendes el "Slow Food", estás defendiendo la proximidad, un paisaje en concreto, unos sabores en concreto, una forma de hacer en concreto... Es defender el acercamiento a un modelo socioeconómico basado en la medida humana del mismo, donde las personas importan: se conocen los proyectos productores, los precios deben contemplar el trabajo hecho, se debe tener en cuenta los ciclos de los alimentos... Esto tiene una carga ideológica muy diferente a la de querer encontrar un alimento sin importar su estacionalidad, querer la pieza lo más barata posible... Política... ¡Claro!!! La ideología predominante determinará nuestra realidad.
Y si la realidad pide voces críticas, éstas deben estar.
Todos y todas aquellas con las que me muestro crítico no dejan de ser parte del engranaje de alienación social: "¡Eh!!! Mira qué comida más buena... Mira qué buen lugar donde ir a comer... Mira qué feria donde ir a comprar... Ves, eso te permite liberarte de los problemas, porque con todo esto no hay espacios para los problemas. ¿Lo ves? Yo me lo paso bien y en mis redes sociales no hay espacio para penas ". Quienes muestran una realidad de hedonismo gastronómico perpetua no dejan ver las miserias de la sociedad en la que su realidad está contextualizada. Son parte del sistema descrito en "Un mundo feliz" de Aldous Huxley.
Olvidar la vertiente política de un hecho social es un error, ya que impedirá poder explicar hechos gastronómicos de forma correcta. ¿Y no se trata de comunicar?
¿Como pueden estos comunicadores, explicar qué es una cooperativa? ¡Una cooperativa!!! La dimensión política es esencial en este caso, ya que es una figura empresarial que permite realizar una actividad económica con un alto grado de sostenibilidad social. Una expansión de la economía social (donde se incardina la cooperativa) permitiría un cambio en el paradigma económico-productivo pasando de uno donde se genera explotación laboral y desigualdad social a otro donde la sostenibilidad social (de las personas que componen la empresa y el entorno donde desarrolla su actividad) y el reparto de la riqueza están presentes. Posicionamiento político puro y duro.
Aquel que huye de la presencia de la política en los aspectos sociales de la persona está contribuyendo a dejar el poder en manos equivocadas, pues los políticos no tienen el poder, sino que son los representados momentáneos de quien tiene el verdadero poder: la gente. Ahora bien, de nosotros depende.
La Gastronomía es compromiso. Los recuerdos y las sensaciones asociadas a la comida y la bebida están relacionados con alguien que nos cuidaba, con alguien que nos quería, con alguien que nos hacía felices... No con alguien que nos engañaba o nos hacía creer que vivíamos en un mundo irreal... Pensad en ello.
¿No deseàis mostrar vuestro posicionamiento porque no deseáis perder seguidores? ¿Por que tenéis miedo a perder algún patrocinador? ¿Por que pensáis que os dejarán de invitar a sitios? Vale ... Pero no contéis conmigo. Vuestro viaje es diferente al mío.
Traducción: Veo que muchos gastrobloggers y gastroinfluencers continuan con su perfil alejados de lo que pasa... Por favor, dejad de seguirme. Os lo agradeceré mucho. La Gastronomía es Compromiso.
Indignado, sí, por cómo gastrobloggers, gastroinfluencers.. estaban encarando la situación en Cataluña. Alguien con carencias graves de competencia lectora podría podría pensar que yo pedía o exigía apoyo a la independencia... Pero eso no lo decía, no. Critico la falta de posicionamiento hacia situaciones graves que estamos viviendo. Uno es el problema de la independencia o no de Cataluña, pero han surgido otros como una sentencia que penaliza cualquier protesta (la gran perversión del texto que condena los presos políticos catalanes); la impunidad del fascismo (la comodidad con la que se movieron los concentrados en la Pl. Artós); las actuaciones desproporcionadas de las policías con manifestantes y periodistas... Mucha porquería...
Y el sector gastronómico se ha observado un silencio alarmante. De los cocineros, que hablen sus colegas, sin embargo, por la parte que me toca, tengo que criticar la omisión de gente del sector al que pertenezco.
¿Que no se debe mezclar política y gastronomía? Un error. La Gastronomía es compromiso. Y esto implica tener un posicionamiento político. Si defiendes el "Slow Food", estás defendiendo la proximidad, un paisaje en concreto, unos sabores en concreto, una forma de hacer en concreto... Es defender el acercamiento a un modelo socioeconómico basado en la medida humana del mismo, donde las personas importan: se conocen los proyectos productores, los precios deben contemplar el trabajo hecho, se debe tener en cuenta los ciclos de los alimentos... Esto tiene una carga ideológica muy diferente a la de querer encontrar un alimento sin importar su estacionalidad, querer la pieza lo más barata posible... Política... ¡Claro!!! La ideología predominante determinará nuestra realidad.
Y si la realidad pide voces críticas, éstas deben estar.
Todos y todas aquellas con las que me muestro crítico no dejan de ser parte del engranaje de alienación social: "¡Eh!!! Mira qué comida más buena... Mira qué buen lugar donde ir a comer... Mira qué feria donde ir a comprar... Ves, eso te permite liberarte de los problemas, porque con todo esto no hay espacios para los problemas. ¿Lo ves? Yo me lo paso bien y en mis redes sociales no hay espacio para penas ". Quienes muestran una realidad de hedonismo gastronómico perpetua no dejan ver las miserias de la sociedad en la que su realidad está contextualizada. Son parte del sistema descrito en "Un mundo feliz" de Aldous Huxley.
Olvidar la vertiente política de un hecho social es un error, ya que impedirá poder explicar hechos gastronómicos de forma correcta. ¿Y no se trata de comunicar?
¿Como pueden estos comunicadores, explicar qué es una cooperativa? ¡Una cooperativa!!! La dimensión política es esencial en este caso, ya que es una figura empresarial que permite realizar una actividad económica con un alto grado de sostenibilidad social. Una expansión de la economía social (donde se incardina la cooperativa) permitiría un cambio en el paradigma económico-productivo pasando de uno donde se genera explotación laboral y desigualdad social a otro donde la sostenibilidad social (de las personas que componen la empresa y el entorno donde desarrolla su actividad) y el reparto de la riqueza están presentes. Posicionamiento político puro y duro.
Aquel que huye de la presencia de la política en los aspectos sociales de la persona está contribuyendo a dejar el poder en manos equivocadas, pues los políticos no tienen el poder, sino que son los representados momentáneos de quien tiene el verdadero poder: la gente. Ahora bien, de nosotros depende.
La Gastronomía es compromiso. Los recuerdos y las sensaciones asociadas a la comida y la bebida están relacionados con alguien que nos cuidaba, con alguien que nos quería, con alguien que nos hacía felices... No con alguien que nos engañaba o nos hacía creer que vivíamos en un mundo irreal... Pensad en ello.
¿No deseàis mostrar vuestro posicionamiento porque no deseáis perder seguidores? ¿Por que tenéis miedo a perder algún patrocinador? ¿Por que pensáis que os dejarán de invitar a sitios? Vale ... Pero no contéis conmigo. Vuestro viaje es diferente al mío.
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