Si hay una feria con potencia y tradición, ésta es la Fira de la Candelera de Molins de Rei. No se llegan a las 168 ediciones (cifra conseguida este año) con facilidad sino con esfuerzo. La gente de Molins siente la feria con orgullo y ven como la ciudad se transforma en un centro de atracción de visitantes.
Es una feria de ferias, pues se puede encontrar una de antigüedades, otra de artesanía, otra de maquinaria industrial... y otras relacionadas con ls comida, como la zona del verde, en la que se podían encontrar árboles y plantas vivas...
... y productos del campo.
Por las calles de Molins, habían paradas y furgonetas en las que se podía encontrar una variada oferta de platos.
Al ver que estaba la gente de Magoya, no pude evitar acercarme, pues hacen las mejores empanadas argentinas que he probado, en especial la de carne.
También cayó un bocadillo de "vacío" muy bien hecho y bien condimentado con chimichurri.
Muchos productores de alimentos estaban presentes con lo que saben hacer.
Un ejemplo de buenos productores, los amigos de El Molí de Rafalet, con Rafel Margalef al frente, que llevaron a Molins sus extraordinarios arroces...
... que fueron objeto de unos showcookings como el de Montse Bertran, quien hizo un par de recetas medievales (su especialidad, pues une historia y cocina): arroz con especias y "menjar blanc".
Y ya que estaba en Molins, no pude dejar de visitar la Pastisseria Cardona...
... y comer su Coca de la Candelera.
Es una feria de ferias, pues se puede encontrar una de antigüedades, otra de artesanía, otra de maquinaria industrial... y otras relacionadas con ls comida, como la zona del verde, en la que se podían encontrar árboles y plantas vivas...
... y productos del campo.
Por las calles de Molins, habían paradas y furgonetas en las que se podía encontrar una variada oferta de platos.
Al ver que estaba la gente de Magoya, no pude evitar acercarme, pues hacen las mejores empanadas argentinas que he probado, en especial la de carne.
También cayó un bocadillo de "vacío" muy bien hecho y bien condimentado con chimichurri.
Muchos productores de alimentos estaban presentes con lo que saben hacer.
Un ejemplo de buenos productores, los amigos de El Molí de Rafalet, con Rafel Margalef al frente, que llevaron a Molins sus extraordinarios arroces...
... que fueron objeto de unos showcookings como el de Montse Bertran, quien hizo un par de recetas medievales (su especialidad, pues une historia y cocina): arroz con especias y "menjar blanc".
Y ya que estaba en Molins, no pude dejar de visitar la Pastisseria Cardona...
... y comer su Coca de la Candelera.
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